La programación está de moda. Además de suponer una salida profesional en auge, se está convirtiendo en una de las asignaturas más completas para educación para niños. En un principio puede parecer algo poco atractivo e inútil para la vida cotidiana, pero esto no es cierto, el hecho de aprender lenguajes informáticos y crear aplicaciones o videojuegos fomentan competencias como la lógica, la creatividad y la capacidad de pensar en abstracto antes de dirigirse a lo concreto.

Esta práctica no es solo útil para los futuros informáticos, ya que permite el aprendizaje de habilidades básicas para la vida. Entre los mayores beneficios se encuentran el desarrollo del pensamiento computacional que consiste en la combinación de las matemáticas y la lógica, facilitando la ordenación de los pensamientos de forma estructurada. Esto no es solo aplicable a un problema específico informático, si no que ayuda a la visualización de las situaciones con independencia de la disciplina de la que se trate, adquiriendo una mayor compresión del mundo que les rodea.

El programa Scratch es un referente en este ámbito, creado en 2007 por el Instituto Tecnológico de Massachusetts. En Letonia llevan seis años impartiendo la programación en las aulas, además de otros países como Reino Unido, Alemania, Australia, países escandinavos, Singapur, Chile o China apuestan por la programación en las aulas públicas. En España empieza a impartirse en centros privados (y alguno gratuito) como una nueva popular actividad extraescolar.

Fuente: El Mundo – Impulso digital: La programación asignatura pendiente del colegio